Luego de más de 75 días de cuarentena, el impacto del COVID-19 en el Perú está dejando una aguda crisis económica y segmentos sociales en situación de vulnerabilidad profundamente afectados por las estrictas medidas de distanciamiento social. Mitigar la inseguridad alimentaria para esta población es un reto sin precedentes para el Estado, considerando que más del 70% de peruanos trabaja en la informalidad, aproximadamente 3 millones no tienen agua potable, 42% está sin trabajo o ya no percibe ingresos, y más de 50% de familias no cuentan con refrigeradora.
En dicho contexto, es fundamental plantear mecanismos alternativos que contribuyan a fortalecer la seguridad alimentaria de la población, complementados con medidas de corto, mediano y largo plazo que puedan acompañar las cuatro fases de reactivación económica anunciadas por el Gobierno.
*Foto: ANDINA
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