Crecimiento económico

Carlos Parodi: "En 2023 podríamos crecer 1%, sin crear empleo ni reducir pobreza"

20 julio, 2023

El Perú atraviesa un momento complejo. Los niveles de población pobre y en vulnerabilidad de caer en pobreza han crecido alarmantemente, según el Banco Mundial; y las perspectivas de crecimiento económico son cada vez más discretas. Si el país ha crecido, ¿Por qué el crecimiento no llega a todos? Carlos Parodi, profesor del Departamento Académico de Economía e investigador CIUP, analizó la coyuntura económica nacional y explicó qué podríamos esperar para la segunda mitad de 2023.

Según INEI, la pobreza monetaria afectó al 27,5 % de la población en 2022 (+1,6 %); sin embargo, la economía peruana creció en 2.7 %. ¿Cómo se explica esto?

Hay dos caminos a través de los cuáles el crecimiento económico reduce la pobreza. El primer camino es el siguiente: cuando la economía crece, aumenta la recaudación tributaria, es decir, las empresas venden más, esa mayor producción se traduce en crecimiento económico y paga más por impuestos pese a la gran informalidad que tenemos. Esto pone al Gobierno más dinero disponible para utilizarlo en Educación, Salud, Vivienda, etc.; sin embargo, el dinero se pierde en el camino, ya sea por ineficiencia o por corrupción. Entonces, el dinero que el crecimiento económico le da al Gobierno no llega a los más necesitados, por ende, la pobreza no baja.

El segundo factor de vinculación de crecimiento con reducción de pobreza, es empleo. Cuando una economía crece, se genera más trabajo; pero cuando uno ve los datos, vemos que el empleo crece en el sistema informal, sector de baja productividad y de ingresos bajos que no contribuye a salir de la pobreza.

Un tercer factor que podemos agregar es la desigualdad de ingreso. Cuanto más alta sea la desigualdad, menor impacto del crecimiento sobre la reducción de pobreza. La desigualdad en América Latina es la más alta del mundo. Pienso que, si el Estado funcionara mejor en términos de programas sociales, inversión en educación, salud e infraestructura, la pobreza bajaría mucho más.

¿La desigualdad de ingreso tiene que ver con la ineficiencia del Estado para ejecutar el presupuesto?

Probablemente sí. Lo cierto es que somos un país con altos niveles de desigualdad, no solamente de ingresos, sino de acceso varios servicios. Reducir la pobreza se hace más complicado porque ese crecimiento económico no llega a todos. Crecer es producir más, para lo que se requiere tener capacitación en algo; entonces, si no has tenido la oportunidad de estudiar, tener buena salud o capacitarte en algo, es más difícil que formes parte de ese “crecimiento”. Este se concentrará entre personas con mayores niveles de capacitación y estudio e irá en desmedro de aquellos que, por la lotería de la vida, no han tenido la oportunidad de estudiar y el Estado no se ha encargado de ellos pese a tener el dinero.

El 2024 se prevé una reducción del presupuesto público. ¿Esto incrementará la pobreza y/o la desigualdad?

El impacto en la recaudación se va a sentir en 2024. Es un hecho que tendremos menos presupuesto. La esperanza es que el Gobierno, como va a tener menos recursos, se vuelva más eficiente con el uso de los recursos que tiene en el sentido de invertir más y mejor en los más pobres. Para que eso ocurra necesitamos un Estado más eficiente y para que se consiga en esta segunda mitad del año, es complicado. Por eso, sí pensaría que la pobreza aumentaría este año y, el siguiente, también. A grosso modo, si el año pasado la pobreza subió a 27.5% el año pasado, este 2023 llegaría a 28.5%, aproximadamente.

¿Cuánto tendría que crecer el Perú para que más peruanos salgan de la pobreza?

Para que el crecimiento logre reducir pobreza tiene que estar entre 5% y 6% al año. ¿Cuánto estamos creciendo este año? 1.5% o 1.4%. Pasa que la data que hay muestra que, en el primer semestre, la economía ha crecido 0. En el segundo semestre tendremos El Niño Global, que no sabemos si será fuerte o moderado, pero que en cualquier escenario va a golpear. Asumiendo que en el segundo semestre un proyecto, por ejemplo, Quellaveco, comience a producir, podríamos cerrar el 2023 creciendo 1%. Con este crecimiento, ni se crea empleo, ni se baja pobreza.

Para alcanzar las proyecciones, por ejemplo, 1.5%, en la segunda parte del año deberíamos de crecer 2%. Eso no es fácil por la turbulencia política que estamos pasando, que crea expectativas negativas; y, por otro lado, por el problema de El Niño. Históricamente, las economías del tamaño de la peruana, para salir de una situación como esta, han implementado megaproyectos al cual le han seguido proyectos más pequeños. Me explico con un ejemplo: la inversión se mueve en manada, como cuando ves una manda de elefantes liderada por un elefante grande que es seguido por todos los demás. Este “elefante grande” es un megaproyecto. Si logramos sacar un megaproyecto, de las dimensiones del puerto de Chancay, en la segunda mitad del año, podríamos tener un mejor 2024.

Además, se vienen buenos precios del cobre debido a que China está produciendo vehículos eléctricos a gran escala, que emplean 4 veces más cobre que los autos convencionales. Perú produce cobre, pero no ha invertido lo necesario para aprovechar esta ola, salvo 1 o 2 proyectos mineros. Como no se ha invertido en buscar cobre, será difícil que el Perú se “suba a la ola”. Esto es un drama.

La convulsión social y la incertidumbre de lo que pueda suceder en el plano político están generando una contracción de la inversión. Este año, la inversión privada caería 3% la cual es muy dura para nuestra economía.

¿Actualmente hay megaproyectos en cartera?

Actualmente los hay, pero en este momento no hay credibilidad, que es fundamental para la economía. Si inviertes, piensas que en el futuro vas a tener un retorno que justifique lo que estás invirtiendo. Por ejemplo, si pones una bodega, esperas vender; pero si ves que en la zona hay taza elevadas de delincuencia, entonces eliges no poner la bodega. Por ende, la inversión no se movió ni se generó empleo.

Tras los periodos de crecimiento económico, la condición socioeconómica de todos los peruanos no ha crecido igualitariamente. ¿Qué estrategias podrían implementarse para que el bienestar llegue a todos los ciudadanos en un contexto de crecimiento económico limitado?

El valor del dólar ha alcanzado su nivel más bajo desde finales del 2020. ¿Cuáles son los factores que han contribuido a esta disminución y podemos anticipar una reducción de los precios como resultado? ¿Qué podemos esperar?

Hay un factor clave que ha contribuido a la baja del dólar. La inflación en Estados Unidos ha sido mucho menor a la esperada, por lo que la Reserva Federal ya no tiene que subir la taza de interés para enfrentar lo que iba a ser una alta inflación. Al no subir la taza de interés, los inversionistas financieros trasladaron su capital a países de América Latina, principalmente a Perú. Ellos traen dólares, los venden y abren depósitos fijos en soles para generar intereses. Esta mayor oferta de dólares ha generado que la moneda pierda su valor.

El que estos inversionistas hayan decidido venir a Perú nos lleva a ser más fríos y pensar en qué cosas estamos haciendo bien, a pesar de todo. Primero, tenemos el menor nivel de deuda pública externa de toda América Latina; segundo, tenemos el mayor nivel de reservas de la región; tercero, tenemos la menor inflación promedio 2001/2022; y, cuarto, tenemos el menor déficit fiscal, somos el país que maneja las finanzas públicas de manera más responsable.

¿En qué sectores debería enfocarse el país para impulsar la economía durante el resto del año? ¿Existen políticas específicas que estén siendo implementadas para promover el crecimiento en estos sectores? Los programas actuales, por ejemplo “Con Punche Perú”, ¿son suficientes para crecer?

Si hablamos de magnitudes y sumamos Agricultura y Pesca, lo único que queda es Minería, es lo que nos puede salvar el año asumiendo que El Niño Global golpee a Pesca y Agricultura, que ya está sucediendo.

¿Cuáles son las expectativas de la empresa privada y los inversionistas en esta segunda parte del año, considerando la coyuntura social y política?

En general, hay una visión que se peude resumir así: en términos de cimientos de economía, se ven sólidos. Esa es una buena noticia. En términos de clima de inversión, el entorno conducente a que la gente apuesta su dinero en Perú, estamos en problemas. Hay que esperar del discurso del 28 de julio medidas más concretas que contribuyan a crear el clima más adecuado para la inversión, tanto de los pequeños como de los grandes, porque si no hay inversión, no hay crecimiento; si no hay crecimiento, no hay empleo; y si no hay empleo, no hay reducción de pobreza.

¿Cuáles serían las medidas que se deberían anunciar este 28 de julio y que contribuyan a generar esta tranquilidad?

Primero, hay que sacar a los ministros cuestionados ya que dan una mala señal. Segundo, ser muy enfática en impulsar la inversión pública a través de medidas que van desde un apoyo directo a los Gobiernos Regionales o Municipales, hasta destrabar las 1879 obras de inversión pública que están paralizadas en el Perú (colegios, postas médicas, vías, etc.).

Cuando uno ve la historia política del Perú, normalmente los presidentes hablan de muchas cosas al mismo tiempo. Creo que la presidenta actual no está en condiciones de hablar de muchas cosas, tendría que centrarse en una o dos áreas a las que se va a comprometer por el siguiente año, principalmente en la inseguridad, que ya no es tanto de los segmentos altos, sino de los bajos. Esto genera más frustración, que se suma a la falta de educación o salud. Se tiene que crear un entorno que genere tranquilidad para que la inversión comience a fluir. Dar muestras de confianza.

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