The COVID-19 pandemic was a catalyst for the inclusion of information technology (IT) in the education sector. However, this transition to emergency remote classes entailed a number of challenges for universities to continue operating and maintain educational quality during lockdowns and other mobility restrictions. Although the pandemic is over, recent outbreaks of diseases such as influenza, monkeypox (Mpox), and other new viruses call for reflection on the lessons learned from COVID-19 and whether universities are prepared for future similar events. To address this concern, this study proposes a research model based on activity theory to understand the factors that influence learning outcomes and student satisfaction with emergency remote classes. In terms of methods, this study follows a post-positivist approach and used a non-experimental quantitative survey-based design to draw statistical inferences from a sample of students from four South American countries (Chile, Peru, Ecuador, and Paraguay) who faced emergency remote classes during the two semesters of 2020. Based on the results, this study: Identified the characteristics of an average student from this region and their interaction with the learning platform and other actors involved. Determined an emergency remote class ecosystem, highlighting the factors that drive the learning process in these contexts. Assessed the necessary balance between faculty capabilities and academic standards to achieve meaningful learning. These findings may be of interest to universities and policymakers in these countries and others facing similar problems, even in situations on a smaller scale than epidemics or pandemics.
La pandemia de COVID-19 fue un catalizador para la inclusión de tecnologías de la información (TI) en el sector educativo. Sin embargo, esta transición hacia clases remotas de emergencia implicó una serie de desafíos para que las universidades pudieran seguir operando y mantener la calidad educativa durante los confinamientos y otras restricciones a la movilidad. Aunque la pandemia ha terminado, recientes brotes de enfermedades como la influenza, la viruela del mono (Mpox) y otros nuevos virus llaman a reflexionar sobre las lecciones aprendidas de COVID-19 y si las universidades están preparadas para futuros eventos similares. Para abordar esta preocupación, este estudio propone un modelo de investigación basado en la teoría de la actividad para entender los factores que influyen en los resultados de aprendizaje y la satisfacción de los estudiantes con las clases remotas de emergencia. En términos de métodos, este estudio sigue un enfoque post-positivista y utilizó un diseño cuantitativo no experimental basado en una encuesta para realizar inferencias estadísticas a partir de una muestra de estudiantes de cuatro países sudamericanos (Chile, Perú, Ecuador y Paraguay) que enfrentaron clases remotas de emergencia durante los dos semestres de 2020. Basado en los resultados, este estudio: Identificó las características de un estudiante promedio de esta región y su interacción con la plataforma de aprendizaje y otros actores involucrados. Determinó un ecosistema de clases remotas de emergencia, destacando los factores que impulsan el proceso de aprendizaje en estos contextos. Evaluó el equilibrio necesario entre las capacidades del profesorado y los estándares académicos para lograr un aprendizaje significativo. Estos hallazgos pueden ser de interés para universidades y responsables de políticas en estos países y en otros que enfrenten problemas similares, incluso en situaciones a menor escala que epidemias o pandemias.
Copyright 2019 - Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico