La crisis financiera de los Estados Unidos, definida como un episodio de endeudamiento insostenible, estalló en setiembre de 2008 y fue el resultado de la interacción de innovaciones financieras complejas y opacas que facilitaron un auge crediticio reflejado en una burbuja inmobiliaria. Consistió en el virtual colapso del sistema financiero y por ello es identificada como una crisis crediticia que originó una gran recesión mundial. La regulación de los sistemas financieros es compleja en momentos de innovación financiera, por lo que es poco probable evitar crisis posteriores.
Copyright 2019 - Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico