Perú es un país altamente heterogéneo, lo que se observa en diferentes dimensiones, desde la demográfica, geográfica, cultural, social y económica. En este contexto de desigualdades territoriales, el país adoptó un sistema descentralizado que contempla un modelo de asignación de responsabilidades y competencias. Una de las transferencias más importantes en magnitud son las que provienen de la explotación extractiva (Canon y regalías); sin embargo, mayores recursos no se relacionan necesariamente con un mayor desarrollo productivo local. Para este análisis se construyó un Índice de Diversificación Productiva (IDP), tomando los valores de la diversidad de la canasta exportadora a nivel de provincia encontrando relativa concentración de las exportaciones en pocos productos y en pocas provincias.
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