La actividad productiva se verá fuertemente afectada por la inminente llegada de El Fenómeno El Niño (FEN) Global, que traerá fuertes precipitaciones (en el norte), sequías (en el sur) y altas temperaturas extremas (en el oriente). Este escenario impactará en la actividad agroexportadora, la cual este año, según estimaciones del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, caería en 0.3%. Conversamos con Mercedes Aráoz sobre el impacto, posibles escenarios y propuestas de cara a esta problemática.
Ante una inminente llegada del FEN, la Cámara de Comercio de Piura ha estimado caídas de hasta el 90% de la producción de mango. También han proyectado caídas en la cosecha de palta (-50%), plátano (-40%), uva (-30%) y arándanos (-30%), entre otros. ¿Cuál será el impacto de la caída de estos productos en la agroexportación nacional?
Es fuerte porque la temporada previa ha sido buena para la agroexportación, En el caso del mango, el volumen exportado creció en 8% respecto al período anterior; y, en términos de valor, en 2%, aun cuando el precio había caído en 6%. El impacto del FEN estaría es que la entrada de divisas que puede caer. Por ejemplo, en el caso del mango, el más emblemático, que tiene acceso en 39 mercados, no podría lograr las divisas que consiguió en la campaña anterior (297 millones de dólares). Si no hay producción, tanto por el reciente Yaku como por el FEN, habría una caída muy importante de ingresos para estos productos.
Igual pasa con otros productos. Está la sensación de alto riesgo que tendría el sector agropecuario porque, ya sea por el exceso de precipitaciones, la sequía en el sur o el corte de caminos es probable que muchos de estos sectores se vean fuertemente afectados. Si sea da ese escenario, conseguir financiamiento será doblemente difícil para seguir en el mercado, sobre todo si son PYMES.
¿Qué otros productos que exportamos se encuentran en riesgo?
Todos los los productos tienen ciclos diferentes y están ligados a la abundancia del agua, los cambios en temperatura y las condiciones de la tierra. Por ejemplo, si hay exceso de agua puede ser que no haya florescencias. Todos tienen su ciclo. No soy una experta agrícola, pero hay varios productos que se podrían ver afectados, arándanos, uva, paltas, entre otras.
A eso le añadiría otro problema, se hizo un cambio en la ley de promoción agroexportadora que ha sido perjudicial para el sector, que hace más difícil la contratación laboral y los ajustes ante los efectos climáticos. Se le han generado sobrecostos a una actividad que no los tenía. La primera reforma que se le hizo era para extender el plazo y hacer que parte de la exoneración tributaria terminara en 2030, dándole mayor seguridad social a los trabajadores, hasta allí todo bien. Pero luego de una paralización violenta, se anuló dicha ley, y se formuló una donde se ha encarecido los costos laborales, si le sumamos las parálisis que han tenido por el tema climático y la conflictividad social, todo ello, golpea un sector que estaba siendo exitoso.
Es un sector que tiene mayores riesgos, como problemas para el financiamiento para su desarrollo, sobre todo para las pequeñas unidades productivas, etc. Participamos en un mercado global competitivo, en el que tenemos buenas noticias, como que hemos superado a Chile como país agroexportador, sin embargo, estamos ganándole, pero con golpes internos. Necesitamos un sistema de información, capacitación y extensión técnica de un Ministerio de Agricultura que está ausente, tanto para la gran exportación como para el pequeño productor.
El MEF ha proyectado que un FEN fuerte podría comprometer la capacidad de pago de préstamos bancarios contraídos por los sectores de agricultura, ganadería, pesca y minería. ¿Esto afectará en el largo plazo al sector agroexportador?
No necesariamente. Hay que hacer un trabajo fuerte de levantamiento en la demanda (otra vez) y asegurarnos que esta crisis pueda ser resuelta. Sin embargo, hay perdedores siempre, si estás en una entidad financiera vas a descartar a aquellos con mayor riesgo. Los que más fácilmente sufren de ello son aquellos sin un historial crediticio largo o pequeñas empresas que no pueden ofrecer garantías hipotecarias adecuadas. Probablemente, la exclusión se dará hacia las unidades productivas con menor capital. Recordemos que nuestra producción agrícola está, principalmente, compuesta de pequeños productores.
Esta recuperación no solo pasa por planes como Reactiva, sino dar salidas productivas, de mercado y pensar en un sistema productivo fortalecido. Necesitamos un MIDAGRI que esté enfocado en resolver los problemas de esos sectores y un Congreso que den leyes en beneficio de los sectores productivos, no que encarezcan el costo, como lo vienen haciendo en la agenda laboral. Este encarecimiento de la empleabilidad va a terminar elevando la informalidad, de un 80% que dejó la pandemia a más.
¿Qué países son nuestros principales competidores en la agroexportación de productos como arándanos, mangos y uvas? ¿Estos podrían aprovechar nuestra baja producción o también verán afectada su producción por el FEN Global?
No todos los países se verán afectados de la misma manera porque atravesamos momentos climáticos diferentes. Somos competidores con México, Chile, Colombia (donde los agricultores peruanos se han instalado hace un tiempo, para expandirse), Estados Unidos (que produce arándonos, pero también los compra a Canadá), entre otros. En la Alianza del Pacífico se está trabajando una agenda interesante en el tema agrícola, al contar con estaciones diferentes, se podían ofrecer productos agrícolas todo el año, con diferentes temporalidades de entrada al mercado.
No obstante, se extiende el plazo para productores como Argentina, Brasil, Chile o Colombia. Hay que pensar con mucho cuidado qué mercados se quedan vacíos.
Si, desde Yaku y la crisis de fertilizantes, el gobierno no tuvo la capacidad de responder a las necesidades del sector agrícola, lo que, en parte, agrava la crisis del sector agroexportador, ¿consideras que, en la actualidad están podrían aplicar medidas efectivas?
Creo que sí. Todavía hay tiempo para implementar medidas de prevención, como la canalización de ríos que ayuda a prevenir inundaciones. Ese es un tema central. Lo que se ha hecho hasta ahora, simplemente es transferir recursos a gobierno regionales o locales, pero no estamos supervisando que realmente la limpieza de los canales se esté dando físicamente, que sea real.
Es un grave error no hacer un buen manejo del agua. Con buenas inversiones en reservorios y canalización adecuada podríamos evitar muchas inundaciones. Lo que se ha hecho es movilizar tierras, de una zona a otra, pero no se está trabajando a fondo.
El tema de extensión agrícola e información también es importante. Algunos productores agrícolas, como sucedió durante El Niño de 2017 lograron proteger sus campos para evitar que el agua no los inunde y le haga daño. Se necesita extensión para que nuestros productores estén conectados a ello. También se generan problemas, por ejemplo, de sobreproducción que impacta en el precio. Debemos considerar cómo el precio se mueve en el mercado y qué cultivos sustitutos pueden entrar. El acceso a nuevos mercados es un tema importante a trabajar. Tener inteligencia comercial para llegar a mercados que no hemos explorado, actualmente no la tenemos.
¿Qué propuestas adicionales plantearías de cara a una eventual crisis del sector agroexportador?
Creo que la propuesta de revisar la Ley de Promoción Agraria y retomar lo que teníamos antes resolvería un problema en el largo plazo. Esto ayudaría a tener nuevas inversiones que podrían desarrollarse en costa, sierra y selva.
Hay un esfuerzo que se está haciendo desde el Mincetur, como los planes estratégicos regionales exportadores. Sin embargo, hay que darles reales capacidades de desarrollo productivo para tener servicios que se adecúen a darles lo que haría posible que estos inversionistas vengan a las regiones para la siembra de productos agrícolas de calidad, desde el manejo de cadenas de frío, entre otros, realmente enfocados en levantar barreras para llegar a los mercados adecuados.
Es necesario fortalecer el Ministerio de Agricultura. En el INIA están haciendo investigación adecuada para adaptarnos al cambio climático, pero no se conoce lo que se está haciendo. No solo para cultivos tradicionales, sino también para aquellos en los que somos relativamente nuevos, pero en los que estamos ganando mucha presencia. Las reglas tributarias, productivas y de inversión también tienen que conversar para que haya un desarrollo real.
No nos enfoquemos solo en inversión minera, que es muy importante y que nos da recursos, también en otras áreas productivas en las que se puede crecer.
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