Los sermones de Semana Santa de Francisco de Ávila, por Martina Vinatea

30 marzo, 2024

Compartimos una columna de opinión de la investigadora del CIUP y directora de Estudios Indianos, Martina Vinatea. En el texto, Vinatea analiza los sermones de Semana Santa de Francisco de Ávila.

Cuando pensamos en la Semana Santa como herencia virreinal, se vienen a nuestra mente, en primer lugar, las procesiones, pero también están las celebraciones eucarísticas y, dentro de ellas, están los sermones que siguen uno de los decretos más importantes del III Concilio limense (1582-1583): evangelizar en las lenguas de los naturales. Así, Doctrina cristiana y catecismo para la instrucción de los indios, y de las demás personas que han de ser enseñadas en nuestra santa fe: con un confesionario y otras cosas necesarias para la evangelización, texto trilingüe (castellano, quechua y aymara) preparado por el jesuita José de Acosta, fue el primer libro impreso en Lima, en 1584, por el impresor turinés Antonio Ricardo[1]. Además de este texto, prepararon doctrinas, manuales para confesores, sermones, vocabularios y gramáticas en lenguas indígenas.

Llamaré la atención sobre uno de los sermonarios bilingües: Tratado de los evangelios que nuestra madre la Iglesia propone en todo el año, desde la dominica del Adviento hasta la última misa de difuntos, santos de España y añadidos en el nuevo rezado[2], escrito por Francisco de Ávila y publicado en 1648. Francisco de Ávila (Cuzco, c. 1573 – Lima 1647), perteneció a la orden Franciscana, fue cura doctrinero y conocido extirpador de idolatrías. Me centraré en los sermones dedicados a la Semana Santa (pp. 363-456).

En este tratado menos conocido que las obras sobre creencias idolátricas, Ávila muestra, en primer lugar, la vigencia que seguía teniendo el decreto sobre evangelización del Tercer concilio limense. Asimismo, en la obra de Ávila se evidencia la importancia que el franciscano le daba a la labor pastoral. Como el mismo autor lo declara, en su sermonario «se explica en evangelio en lengua castellana y en la lengua general de los indios de este reino del Perú», porque «la verdadera conversión de los indios y todas las naciones y gentes se encierra en la predicación». El texto se presenta a dos columnas: la izquierda en español y la derecha en quechua. El lenguaje empleado por Ávila en el sermonario es sencillo, claro, directo y afectuoso. No pueriliza a su auditorio, sino lo considera capaz y maduro.

En estos sermones, Ávila emplea profusamente la comparación como un recurso para exaltar la figura de Cristo. La mayoría de los sermones se centran en la virtud de la humildad. Así, en el sermón dedicado al domingo de ramos, el autor realiza la siguiente comparación: «Como ahora vemos que se hace cuando entra un virrey, estando las calles adornadas, con varios ornamentos y el palacio donde ha de hospedarse a las mil maravillas, hecha la comida y la cama donde ha de reposar; antes [Cristo] entró en una jumenta o asnillo y ese adornado con las capas viejas de sus discípulos y sin silla y los que lo acompañaron fue gente vulgar, que por no tener picas, alabardas ni arcabuces, llevaban, como muchachos, en las manos ramas de árboles». Sigue esta comparación con una reflexión sobre la humildad con la que Cristo vivió y cómo se adelanta y aventaja a reyes y señores (también a los naturales idólatras que son soberbios, enemigos de los pobres y envueltos en mil pecados). Finalmente, precisa cómo con la humildad Cristo logra vencer al mismo demonio y dar una enseñanza para la posteridad.

Para el sermón del domingo de resurrección, muestra su adhesión a la idea de Ludolfo de Sajonia respecto de una aparición, anterior a la del sepulcro, a su madre, pues de acuerdo con los evangelios, Cristo hace testigo de su resurrección a María Magdalena, en primer lugar; sin embargo, son varios los autores que se suman a la reflexión de que Cristo se presenta primero ante María, pues nadie como ella sufrió su muerte y debió haber sido la primera en constatar la resurrección de su hijo.

Que estas ideas nos permitan recordar la importancia de la predicación para perseverar en la fe.

[1] El texto puede ser descargado en https://estudiosindianos.up.edu.pe/incunables-peruanos/catecismo-en-lengua-espanola-y-quichua-ordenado-por-autoridad-del-concilio-provincial-de-lima-el-ano-de-1583/

[2] El texto puede ser descargado en https://estudiosindianos.up.edu.pe/biblioteca-indiana/tratado-de-los-evangelios-que-nuestra-madre-la-iglesia-propone-en-todo-el-ano/

Copyright 2019 - Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico