Columna de opinión del investigador del CIUP, Diego Winkelried, publicado en el Espacio de Reflexión del boletín Punto de Equilibrio n°27.
El siguiente artículo se realiza a título personal y no refleja necesariamente la opinión institucional de la Universidad del Pacífico.
A inicios de junio de 2022, como parte de las conmemoraciones por los 50 años del CIUP, tuve el honor de presentar un breve repaso de la contribución de nuestra institución al debate macro en las últimas cuatro décadas. La ponencia se encuentra en este video y a continuación presento una versión escrita de la misma.
Resulta que la contribución del CIUP al debate macro ha sido realmente grande y, siendo realistas, solo puedo mostrar la punta del iceberg en este repaso. En particular, solo considero publicaciones propias del CIUP o del Fondo Editorial de la UP, casi todas disponibles en el Repositorio UP. Por brevedad no me referiré a las numerosas publicaciones de los miembros del CIUP en medios académicos internacionales, ni a su extensa participación en la prensa y otros medios locales. Dentro de estos límites, sin embargo, trataré de ser lo más abarcativo posible. A mis colegas, si es que he excluido algún aporte suyo que seguramente merece un espacio en este recuento, les extiendo mis disculpas y les aseguro que esa exclusión no es en lo absoluto intencionada.
Nuestra historia comienza en los años ochenta, un periodo en donde llama muy gratamente la atención la pluralidad que se encuentra en el área macro del CIUP. En esa época era acalorado el debate entre los denominados ortodoxos y los heterodoxos, cada uno con una visión distinta, y a veces hasta opuestas, de la macroeconomía y las recomendaciones de política derivadas de ella. Un buen ejemplo de esta diversidad en el debate se observa al comparar el artículo Políticas heterodoxas de estabilización en América Latina (1988) del destacado Jürgen Schuldt, quien reflexiona sobre los errores cometidos en la implementación de varios programas heterodoxos en América Latina, con el artículo “Cuando el dinero no importa” o la política monetaria aprista, Perú 1985-1988 (1989), de Eduardo Morón, una crítica cruda pero certera al enfoque heterodoxo seguido por el gobierno aprista, ad-portas de la hiperinflación.
El archivo histórico tiene muchas otras muestras de discusión activo donde confluyen muchas visiones sobre la política económica en un mismo espacio. Quizá la colección La urgencia del cambio. Propuestas de política económica (1988), en donde participan 15 economistas, sea uno de los mejores ejemplos del amplio debate y diversidad de opiniones que se congregó su momento. Esa pluralidad, en mi opinión, es algo que caracteriza desde su génesis el espíritu del CIUP.
Pasemos a los noventa. A inicios de esta década nos topamos con muchos informes de coyuntura muy completos, editados por encargo de la dirección del CIUP, pero que en su elaboración participaron los miembros del centro en pleno: 1990 (editado por Jorge González Izquierdo y Juan Julio Wicht), 1991 (editado por Bruno Seminario y Jorge Fernández Baca), 1992 (editado por Martha Rodríguez y González Izquierdo), 1993 (Héctor Malarín y Gustavo Yamada) y 1994 (editado por Mercedes Aráoz y Schuldt). Estos informes describen con mucho detalle la evolución de la economía en un contexto de grandes reformas económicas e incertidumbre, además de dar perspectivas muy acertadas de los desarrollos próximos. La serie lamentablemente se descontinuó hacia mediados de los noventa. El último informe que puede encontrar en el archivo es el Informe anual de la economía peruana: 1996 editado por Elsa Galarza.
Entrando de lleno al tema de investigación, la década comienza con el lanzamiento de la serie Documentos de Trabajo. Muchos de los trabajos iniciales de esta serie son contribuciones de Martha Rodríguez y Julio Velarde, quienes analizan y documentan con precisión de cirujano el camino caótico en el que la economía se vio envuelta hacia mediados de los ochenta y el intenso debate sobre las características de un programa de estabilización que nos sacaría de ese hoyo. Destacan De la desinflación a la hiperestanflación: Perú 1985-1990 (1992), Los problemas del orden y la velocidad de la liberalización de los mercados (1992) y Lineamientos para un programa de estabilización de ajuste drástico (1992). Luego presentan una evaluación integral de los primeros años después del programa de estabilización: El programa económico de agosto de 1990: evaluación del primer año (1992) y El programa de estabilización peruano: evaluación del período 1991-1993 (1994). Me da la impresión de que estos trabajos serían los capítulos de un gran libro que nunca se editó, sobre la antesala, ejecución y desenlace del famoso programa de estabilización peruano. Es una lástima que no se haya recopilado todo en un solo volumen, aunque he de notar que la investigación de Velarde y Rodríguez es tremendamente citada por reconocidos estudiosos del tema a nivel mundial, como Carlos Vegh o Guillermo Calvo.
Hacia mediados de los noventa, una vez que el programa de estabilización dio sus primeros frutos, aparecen estudios que reflexionan sobre la viabilidad del “nuevo orden económico” basado en la liberalización de mercados y el rol regulador del estado. Por ejemplo, La enfermedad holandesa y otros virus de la economía peruana (1994) de Schuldt, Reformas estructurales y política de estabilización (1995) de Bruno Seminario y El estado regulador en el Perú (1997) de Carlos Parodi.
La primera gran prueba a la que se enfrentó este nuevo orden sucede en el año 1998 con la crisis rusa. En palabras de Calvo (2002), “la madre de todos los sudden stops”. Una crisis sorpresiva por muchas razones en las que las autoridades de política económica cometieron ciertos errores muy propios de la enorme incertidumbre del momento. Los investigadores del CIUP registraron con detalle las causas y el desenvolvimiento de la crisis, además de proponer líneas de acción que derivaran de este evento que golpeó muy duro a la economía peruana. Vemos, por ejemplo, América Latina: el camino después de la crisis (2000) de Morón, Efectos de la crisis financiera internacional en la economía peruana, 1997-1998: lecciones e implicancias de política económica de Velarde y Rodríguez, y Globalización y crisis financieras internacionales: causas, hechos, lecciones e impactos económicos y sociales (2008) de Parodi. En perspectiva histórica, este aprendizaje sobre la crisis rusa fue crucial para que 10 años después en 2008 y ante una crisis mucho más grande y profunda, las autoridades hicieran gala de su capacidad de reaccionar de manera oportuna y contracíclica a choques adversos. Lección aprendida.
Uno de los motivos por el que la crisis rusa nos afectó tanto fue la dolarización de la economía peruana, aspecto muy característico de nuestra economía tras la hiperinflación de finales de los ochenta. El artículo La demanda por múltiples monedas: un enfoque de portafolio (1992) es una contribución temprana de Morón advirtiendo sobre el fenómeno, que nos acompañaría de manera muy persistente por un par de décadas. También destaca el libro Dolarizar la economía peruana: riesgos y oportunidades (2000), que recoge las actas de una conferencia con expositores de primer nivel internacional. Esta fue organizada por Fritz Du Bous y Morón a partir del llamado que hiciera el presidente argentino Carlos Menem sobre la conveniencia de dolarizar no solo Argentina, sino todas las economías de América Latina. Curiosamente, este debate está volviendo a ser vigente en Argentina hoy por hoy y los argumentos, a favor y en contra, en este libro puede seguir aportando a la discusión.
Uno de mis libros favoritos producidos en el CIUP, es el Apuntes de Estudio Dolarización oficial de la economía: un debate en once actos (1999) de Schuldt. El autor hace un balance completo y riguroso sobre los pros y contras de dolarizar una pequeña economía abierta como la peruana. El toque de genialidad es que estas ideas son comunicadas a través de una obra de teatro en donde dos alumnas de la UP discuten sobre el tema en la cafetería de la universidad. Una de ellas, Dolores (DOL) es “agringada” y está a favor de dolarizar; la otra, Soledad (SOL) es muy patriotera y está en contra. Es un libro muy fácil y divertido de leer, cuya vigencia también se renueva en estos días.
Antes de terminar con los años noventa quiero hacer un breve paréntesis para referirme a parte de la obra de tres de mis colegas, que también fueron mis profesores en esa década. Primero, Jorge Fernández Baca, quien nos regaló varios libros de texto muy bien logrados que facilitaron la enseñanza en el pregrado de la UP de los temas de frontera en crecimiento económico (Capital humano, instituciones y crecimiento, 1995, en coautoría con Janice Seinfeld) y teoría monetaria (Dinero, precios y tipo de cambio, 1997). Fernández Baca fue un investigador muy completo; a la larga, le gustaba más la microeconomía en la que también contribuiría en años posteriores. De hecho, su libro Dinero, banca y mercados financieros (2003) es una suerte de segunda edición de Dinero, precios y tipo de cambio (1997) pero aumentada con una perspectiva más micro.
Quiero cerrar esta breve mención resaltando la versatilidad de Fernández Baca. Hace poco se publicó el libro Pensar el dinero (2021), coeditado por Jorge Wiesse y Cesare Del Mastro, que ofrece una visión del dinero desde las humanidades, enfatizando perspectivas filosóficas y teológicas. No sorprende encontrar a Fernández Baca dentro de la lista de autores con lo que, creo, fue su último trabajo: “El dinero en las tres grandes óperas de Mozart”. Analiza cómo Mozart desafió la visión de que algo tan banal como el dinero o el motivo de lucro no contendría belleza artística, introduciendo estos temas de manera recurrente en sus óperas. Fernández Baca argumenta “jugando en pared” con la Teoría de los Sentimientos Morales de Adam Smith, haciendo de trabajo un escrito fascinante.
También resalto los aportes de Bruno Seminario. Su trabajo Crecimiento económico en el Perú: 1896-1995: Nuevas estadísticas (1998), en coautoría con Arlette Beltrán, ha sido sumamente influyente. Los autores reconstruyen las series históricas del PBI y otros indicadores de actividad agregada desde inicios del siglo XX. Hasta entonces, las estadísticas oficiales solo se encontraban disponibles desde 1950. Este aporte ayudó a investigadores a dar una visión de más largo plazo a la experiencia de crecimiento económico en el Perú. Me atrevería a decir que, incluso a la fecha, las estadísticas oficiales, por ejemplo, del BCRP, han adoptado estas estimaciones para el reporte estadístico antes de la década de 1950.
En el archivo encontramos dos trabajos que anteceden a este influyente estudio. Primero, Crecimiento y tendencias en la economía peruana: 1950-1989 (1992), a cargo del mismo Seminario y en coautoría con César Bouillón, en donde se hace un esfuerzo de reconstrucción de indicadores sectoriales desagregados a partir de las cifras agregadas. Segundo, el Compendio estadístico del Perú, 1900-1990 (1992) que Beltrán produce en coautoría con Felipe Portocarrero y María Elena Romero, en donde se puede identificar un primer encuentro de Beltrán con la elaboración de estadísticas. El CIUP nunca ha vuelto a producir un libro similar a este compendio.
Por supuesto, Crecimiento económico en el Perú: 1896-1995: Nuevas estadísticas (1998) evoluciona en lo que sería la magnum opus de Seminario: El desarrollo de la economía peruana en la era moderna. Precios, población, demanda y producción desde 1700 (2015), donde la reconstrucción de las estadísticas retrocede hasta épocas virreinales. Seminario complementa con elegancia la dimensión temporal e histórica en la reconstrucción de sus estadísticas con una muy precisa dimensión transversal y geográfica.
En su último trabajo, Estimación del PIB a nivel subnacional utilizando datos satelitales de luminosidad: Perú, 1993-2018 (2022) publicado en coautoría con Luis Palomino, Seminario explota hasta el límite esta dimensión geográfica, ensayando la estimación de indicadores de actividad en pequeñas áreas del país, a partir de datos de luminosidad tomados desde satélites. La lectura de novedoso trabajo es altamente recomendada.
Finalmente, Carlos Amat y León comparte la visión transversal e integral de la economía con Seminario. Bajo su visión, muy bien reflejada en su libro El Perú nuestro de cada día. Nueve ensayos para discutir y decidir (2012), la macroeconomía se relaciona e interactúa, a veces de manera armonioso y a veces de forma caótica, con el ordenamiento territorial y el medio ambiente.
Cerramos paréntesis y regresamos al repaso cronológico. La década de 1990 cierra con un tremendo libro, La reforma incompleta: rescatando los noventa (2000), dos tomos editados por Roberto Abusada, Du Bois, Morón y José Valderrama. Esta es una gran colección de estudios en donde se revisan las reformas emprendidas durante la primera mitad de los noventa, se reniega sobre el truncamiento de estas reformas en la segunda mitad y se señala con claridad cuáles son las reformas incompletas y por qué han de completarse. Los libros tienen un enorme poder predictivo, pues anticipan con precisión lo que pasaría varios años después con la consolidación monetaria fiscal y sus beneficios, por ejemplo, en términos del desarrollo de los mercados financieros en un contexto de inflación estable y de la obtención de un grado de inversión para la deuda soberana. Hoy por hoy, estos libros se leen no solo con asombro y fascinación por estas predicciones, sino también con cierta desazón al notar que muchas de las reformas incompletas siguen estándolo.
Una de las reformas más importantes, que ciertamente trasciende a la década de 1990 y nos acompaña durante la primera década del milenio, tiene que ver con apertura económica. Un primer debate se centraba en cuáles deberían ser los siguientes pasos para la política comercial después de la liberalización unilateral que el país experimentó: continuar con el enfoque unilateral, pertenecer a bloques comerciales, firmar tratados bilaterales, entre otras opciones. En el CIUP podemos encontrar también investigadores abocados a estos temas. Por ejemplo, Fernando González Vigil con artículos como Andean community trade flows and policies in the nineties (1999), Estructura arancelaria y localización de inversiones: el Perú en la década de 1990 (2001), Preferential trade agreements in the Western Hemisphere (2002) y Logros y límites de la integración andina: 1989-2005 (2009). Más allá de temas netamente comerciales, investigadores como Mercedes Araoz contribuyeron al debate con aportes encontrados en los documentos Atracción de la inversión directa extranjera en el Perú (2002) en coautoría con Carlos Casas y Silvia Noriega, e Indicadores de competitividad para los países andinos: el caso del Perú (2002) en coautoría con Carlos Carrillo y Sandra van Ginhoven.
Las ideas provenientes de este intercambio contribuyeron a la consolidación del Perú como una economía abierta moderna con la firma de varios tratados de libre comercio. En este tema también encontramos mucho interés de los investigadores del CIUP. Por ejemplo, en el documento Efectos macroeconómicos del acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos (2004) de Rodríguez, Seminario, Carmen Astorne y Oswaldo Molina, y en el libro Tratado de libre comercio con los Estados Unidos: una oportunidad para crecer sostenidamente (2005) de Morón, María Bernedo, Jorge F. Chávez, Antonio Cusato y Diego Winkelried. El subtítulo “oportunidad para crecer sostenidamente” resultó ser bastante acertado, pues expost se verifica un efecto positivo de la firma de estos tratados comerciales sobre el crecimiento.
Entramos a los años 2000. Esta es una época de alto crecimiento en donde varias reformas previas se han consolidado y comienzan a rendir sus frutos. Por ejemplo, el artículo ¿Cambia la inflación cuando los países adoptan metas explícitas de inflación? (2005), de Winkelried y Marco Vega, muestra cómo la consolidación de un régimen de metas de inflación reduce el nivel y volatilidad de la inflación, promoviendo la estabilidad de precios.
No obstante, el tono de varias de las investigaciones de la época no es uno de celebración, sino que buscan identificar cuáles son las acciones relevantes para subir el siguiente escalón. Por ejemplo, Schuldt documenta en el libro Bonanza macroeconómica y malestar microeconómico: apuntes para el estudio del caso peruano, 1988-2004 (2004) cómo las buenas cifras macroeconómicas no guardaban un correlato con indicadores de satisfacción de la población. Este análisis termina en 2004 y el crecimiento económico de hecho se acelera luego de eso por casi una década. Sería muy interesante embarcarse a realizar una actualización de este interesante trabajo.
Por su lado, el libro Gasto en la mira. Evaluando el gasto público (2012) de Roger Díaz, Morón y Seinfeld, proveen una mirada crítica al gasto público y cómo es que se mala gestión en buena parte explica el cuello de botella que impide que amplios sectores de la población de beneficien de una manera más decidida del crecimiento económico. Asimismo, Parodi en su libro Perú 1995-2012. Cambios y continuidades (2013) reflexiona sobre algunos aspectos institucionales que, al mantenerse, promovieron el crecimiento, mientras que otros, al no promulgarse, lo ralentizaron.
La primera década del nuevo milenio cierra, por supuesto, con la gran crisis financiera internacional de 2008. Esta es analizada en el documento Trasfondo estructural y sociopolítico de la crisis estadounidense. Visión panorámica y perspectivas (2011) de Schuldt y en el libro La primera crisis financiera internacional del siglo XXI (2011) de Parodi. Las lecciones que nos deja esa crisis han sido relevantes, pues las respuestas de política de entonces inspiraron las respuestas de política ante la pandemia de la COVID-19, a pesar de tratarse de un choque muy distinto. Muchos analistas sostienen que el recrudecimiento de la inflación en el mundo es consecuencia de estas respuestas.
En este punto, es oportuno referirnos a algunos aportes de Jorge González Izquierdo, quien en su libro Teoría y política económica: la experiencia peruana (2011) hace un recuento crítico y comprehensivo de la evolución de la macroeconomía peruana desde mediados de los noventa hasta fines de la década de 2000. El libro Temas de política económica: La experiencia peruana (2015) complementa y extiende el periodo de análisis hasta mediados de la década de 2010. Ambos libros escritos con la claridad y docencia que caracteriza la prosa de González Izquierdo. Encuentro particularmente interesante El monetarismo: pasado y presente (2013) en donde se discute la vigencia de ideas monetaristas a la luz de las políticas de expansión monetaria que caracterizaron la respuesta de muchos países luego de la crisis financiera internacional.
En el caso peruano, la crisis dejó varias lecciones de las que destaco dos. Primero, la fuerte recuperación una vez reducida la incertidumbre de la crisis puso en manifiesto la importancia de la productividad para sostener altas tasas de crecimiento económico. El libro Productividad en el Perú: medición, determinantes e implicancias (2016), de Nikita Céspedes, Pablo Lavado y Nelson Ramírez-Rondán es una contribución muy relevante en esa dirección. Por su parte, la crisis financiera fue un momento de prueba para la política monetaria, la cual salió airosa. A partir de ello, se revalorizó las prácticas “no académicas” o “no convencionales” de los bancos centrales como el BCRP. El libro Política y estabilidad monetaria en el Perú (2016) editado por Gustavo Yamada y Winkelried, contiene este debate.
Cierro este recuento con la última contribución del CIUP a la discusión macro: Hitos de la reforma macroeconómica en el Perú 1990-2020. La recompensa de los tamías (2022) editado por Marco Ortiz y Winkelried, donde se ofrece un análisis de las reformas estructurales de los noventa y algunas más recientes, sus aciertos y sus resultados, así como de los retos que enfrenta la política macroeconómica en el Perú. Además, la experiencia peruana se sitúa en un contexto internacional en donde las economías emergentes han buscado implementar sus propias reformas a la vez que enfrentaban episodios de enorme turbulencia financiera internacional. Acompaña al libro un ciclo de charlas que se encuentran disponible en tamias.up.edu.pe. Véase, además, este repaso del libro.
Es usual que la producción académica en temas macroeconómicos tienda a reducirse en épocas de tranquilidad e incrementarse en episodios de turbulencia y crisis. Nos encontramos en un periodo de prueba en donde nuevamente la macroeconomía regresa al debate público. Seguramente, el CIUP estará participando activamente de este debate, como la sociedad se lo exige.
Lee también Punto de Equilibrio n°27: 50 años comprometidos con la investigación. Consulta aquí las ediciones pasadas de Punto de Equilibrio.
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