Tecnología

Christian Libaque: “Para acortar la brecha digital debemos invertir en tecnología desde las aulas”

12 abril, 2024

La adaptación a las nuevas tecnologías resulta imperativa para los sectores económicos en todo el mundo. A pesar de ello, la ONU advirtió que un tercio de la población mundial permanece sin acceso a internet (2023). Este escenario impide acortar la brecha digital que afronta Perú y países vecinos de la región. Con el fin de identificar propuestas que democraticen la tecnología, dialogamos con el investigador del CIUP, Christian Libaque.

En los últimos años, distintos centros educativos han comenzado a integrar el uso de la inteligencia artificial (IA) en sus carreras profesionales. ¿Qué avances identificas en este sector?

Es necesario diferenciar dos tipos de usuarios de la tecnología: están aquellos que son desarrolladores de inteligencia artificial y quienes son usuarios finales. Por ejemplo, en la Universidad del Pacífico, la carrera de ingeniería de la información se enfoca en formar profesionales capaces de desarrollar software con el uso de algoritmos, IA, machine learning y más temas que se encuentran en la cúspide de la tecnología.

Por otro lado, el usuario final es aquel que se beneficia del uso de un software producido, como por ejemplo ChatGPT. Aquí estimo que aún no hay muchos avances. De hecho, se hace presente el aspecto ético y moral, el cual puede influir en los estudiantes y centros educativos a reducir su uso. Específicamente en el ámbito educativo, lo cierto es que la IA puede ser beneficiosa para los estudiantes mientras haya una responsabilidad y monitoreo de por medio.

Las diferencias en el acceso a esta tecnología son aún evidentes, ¿cuál es el impacto que la inteligencia artificial puede tener?

La brecha tecnológica que hay, por ejemplo, en los colegios de zonas urbanas en comparación con los de zonas rurales, es realmente abismal e incluso alarmante. La diferencia en el acceso a tecnologías evita que las capacidades necesarias para su uso mejoren.

Eso se arrastra desde la educación básica regular hasta la educación superior, donde, si bien la brecha es menor, aún se aprecia una digitalización distinta entre zonas rurales y urbanas, y entre universidades públicas y privadas.

La IA, implementada de manera adecuada en los centros de estudio, puede mejorar el proceso de aprendizaje de los alumnos. Por el contrario, el uso irresponsable de esta herramienta resultaría contraproducente en el sector educativo, pues generarían profesionales sin las competencias adecuadas, lo cual sería crítico tomando en cuenta que esta es la base para el crecimiento profesional de los jóvenes, y del país en general.

¿Qué tan contraproducente puede ser el uso de la IA en el campo laboral y quiénes se verían perjudicados?

Hay partes específicas de ciertos procesos productivos que ya han sido reemplazados y otros que podrían serlo a corto plazo. En una reciente visita de la Universidad del Pacífico a China y Corea vimos la introducción de la robótica en el día a día, al punto de que los robots ya prestan el servicio de atención al cliente, por ejemplo.

En ese sentido, países que son líderes tecnológicos están aplicando la IA en la cotidianidad. Estimo que puede representar un peligro para algunos trabajos actuales; sin embargo, deberíamos enfocarnos en capacitar a los trabajadores en actividades que sean menos repetitivas y centrarnos en aquellas que proporcionen un valor agregado en la cadena de producción, de tal forma que sus servicios no dejen de ser requeridos.

Viéndolo por el lado positivo, la IA puede ser un socio para las compañías y para todos los sectores económicos. Su uso, más que reemplazar, debe posicionarse como un soporte para el desarrollo de funciones. Sin embargo, estimo que, con el desarrollo de estas tecnologías, muchos de los trabajos actuales deberán reinventarse.

¿Cuál es la realidad de Perú y la brecha digital que aún mantiene en comparación con otros países de la región?

Para encontrar respuestas debemos partir desde lo más básico: la conectividad. Si vemos el panorama escolar, según la Unidad de Estadística Educativa del MINEDU, solo el 48% de colegios de primaria en Perú tiene acceso a Internet, mientras que en secundaria este porcentaje asciende hasta 73%.

Al desagregar las cifras tenemos un panorama aún más preocupante. En el caso de los colegios privados, el 72% tiene acceso a internet, mientras que para los colegios públicos solo el 42% cuenta con acceso. Esto resulta en una brecha del 30%.

Si usamos como indicador a la localidad, podemos notar que en Lima el 83% de colegios de educación primaria tienen conexión a la red; en contraste, en las zonas rurales solamente el 33% de escuelas primarias tiene acceso.

¿Qué puntos urgentes deben ser planteados para acortar esta brecha y qué modelo de éxito podría replicarse?

La brecha digital tiene tres aristas importantes: el acceso a tecnología, las habilidades para usarla, y su intensidad de uso, es decir, para qué actividades se usa. Cada una va de la mano con las otras, ya que, si se tiene la infraestructura tecnológica necesaria, pero se carece de habilidades para aprovecharla, de nada valen los objetivos del uso que se le dé.

La brecha digital debe analizarse como un concepto multidimensional. Desde un enfoque de mejora económica, diría que debemos enfatizar en la intensidad de uso, donde creo que hay tres puntos importantes a desarrollar: el comercio electrónico, gobierno electrónico, y el aprendizaje virtual.

Un modelo internacional del cual nos podemos guiar para lograr una reducción de la brecha digital en el país, es el caso de Corea del Sur. Tras el fin de la guerra de Corea en 1953 y con una economía devastada, Corea del Sur tardó poco más de 50 años para volverse potencia mundial de la tecnología, en principio gracias a un arduo proceso de digitalización.

El gobierno coreano ha sido bastante efectivo en la negociación con las operadoras de telecomunicaciones, con el fin de desarrollar una red dorsal que conecte a todo el país. Aunque hay que ser realistas, pues el país asiático es diez veces más pequeño que Perú, por lo tanto, es más fácil y viable el desarrollo.

En Perú tenemos la red dorsal, pero aún tiene problemas para consolidarse. Lo que debe hacer el gobierno es invertir y poner su esfuerzo no solo para tener una mayor oferta de conectividad en servicios privados (comerciales), sino que esto también pueda ser aplicado tanto para instituciones del gobierno, como universidades y centros de investigación públicos. En estos espacios es posible potenciar nuevas tecnologías, adaptar capacitaciones de metodologías exitosas y repatriar profesionales en estos temas para impulsar el desarrollo, ya como una política de digitalización del país.

En un escenario futuro con mayor acceso a la tecnología, ¿qué pasos considera necesarios para asegurar su uso eficiente y aprovechar al máximo su potencial?

Sin dudas, lo que le tocaría a cada usuario y a la población económicamente activa es fortalecer sus capacidades de uso. Así como Corea del Sur, se podría impulsar programas de capacitación que estén acondicionados a la realidad y finalidad de cada persona. Por ejemplo, los agricultores, ganaderos y agentes de producción estarían exhortados a utilizar estas tecnologías con la inserción al comercio electrónico para conseguir mejores negociaciones e incrementar sus ventas.

Incluso en el día a día, la digitalización podría beneficiar a todos, dada la facilidad de poder generar una gran cantidad de operaciones desde cualquier lugar. Con ello, el peruano sería capaz de realizar gran parte de sus servicios en su celular o computadora. Para ello, el gobierno debería fortalecer los servicios que ofrece en línea para lograr la inclusión social deseada. En cuanto a la educación y las capacitaciones, la virtualidad debería continuar para poder llevar conocimientos a más personas, convirtiéndose en un círculo virtuoso donde un mayor uso de tecnologías genera más conocimiento, y más conocimiento decante en un mayor uso de tecnologías.

Aquí el Estado y las universidades juegan un rol fundamental para llevar la digitalización de cada proceso y la adaptabilidad a las nuevas tecnologías. En líneas generales, el gobierno debe establecer un plan de acción para capacitar a la población, mientras que los centros de estudios superior tienen la tarea de impartir información haciendo de uso de la tecnología y fomentar su desarrollo. Incluso, así como en Corea del Sur, los estudiantes universitarios pueden ser parte importante en el plan de capacitación al resto de la población.

Continúa leyendo Punto de Equilibrio N° 48: Conectividad, innovación y desarrollo. Consulte aquí las ediciones pasadas del boletín Punto de Equilibrio.

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