Artículo de opinión de Soledad Espezúa, investigadora del CIUP y profesora del Departamento Académico de Ingeniería de la Universidad del Pacífico. Este texto fue escrito para el Espacio de Reflexión del boletín Punto de Equilibrio N°48.
La inteligencia artificial (IA), una disciplina con más de setenta años de desarrollo ha experimentado un notable avance en los últimos años. Recientemente, hemos sido testigos de la aparición de productos tecnológicos basados en IA capaces de generar texto, audio y video con calidades cada vez más realistas, lo que ha colocado a la IA en el centro del debate público debido a sus profundas implicaciones. Su adopción a nivel mundial y su potencial para impulsar el progreso y la innovación en múltiples sectores viene transformando las industrias tradicionales, creando nuevas oportunidades de mercado y modelos de negocio. Sin embargo, su desarrollo y adopción varían significativamente de un país a otro, influenciados por factores económicos, culturales y de infraestructura. Algunos países se mueven mucho más rápido hacia su adopción.
Actualmente, la IA está reconfigurando la economía global con una rapidez y profundidad que exige una infraestructura digital robusta, un capital humano calificado, innovaciones tecnológicas y políticas habilitadoras. En línea con esta tendencia, varios países de la región han venido desarrollando normativas para promover el uso de esta tecnología en beneficio de la sociedad. En Perú, el año pasado se promulgó la "Ley 31814" que promueve el uso de la IA en favor del desarrollo económico y social del país. Esta normativa tiene como intención no solo mejorar los servicios públicos en sectores críticos como educación, salud y economía, sino también demostrar un firme compromiso con la digitalización nacional.
De acuerdo con el último estudio de adopción global de la IA publicado por IBM (IBM Global AI Adoption Index 2023), se ha encontrado que, en América Latina y específicamente en Perú, el ritmo de adopción de IA es mayor que la media mundial, que es del 59%. No obstante, este estudio también revela que, siguiendo la tendencia global, la principal barrera para la adopción de IA en las empresas de la región es la falta de habilidades y conocimientos especializados en IA. Reconociendo esto, varias empresas están realizando esfuerzos en capacitación y desarrollo de sus equipos, una medida que es cada vez más urgente y una inversión en el futuro. El estudio revela también que la conciencia sobre la ética y la responsabilidad de la IA es notablemente alta en las empresas latinoamericanas, con un 90% de profesionales de TI que valoran la transparencia y la ética en cómo se manejan los datos y modelos de IA. Esta postura ética es esencial para ganarse la confianza y la preferencia de los consumidores.
Aunque todavía a un ritmo incipiente, el gobierno peruano está teniendo algunas iniciativas para promover la adopción de la IA en el Estado, así demuestran eventos como la "Digital Week - Artificial Intelligence" promovida por el MINCETUR, donde se discutieron temas sobre gobernabilidad, protección de datos, impactos en la adopción, innovación, entre otros. La realización de estos eventos es vital para una modernización efectiva que incorpore IA en los procesos gubernamentales.
Mirando hacia el futuro, no hay duda de que la IA ofrece un potencial significativo para el desarrollo socioeconómico de nuestro país. El desarrollo exitoso de la IA se beneficia enormemente de la disponibilidad de datos variados, y en este sentido, Perú, con su rica diversidad cultural, lingüística, gastronómica, climática y de biodiversidad, tiene una oferta invaluable. No obstante, el éxito dependerá de nuestra capacidad para superar retos actuales, con inversiones inteligentes en educación, infraestructura y políticas públicas que promuevan una integración ética y efectiva de la IA.
La IA es probablemente una de las tecnologías más disruptivas y definitivamente va a generar cambios profundos en cómo vivimos. A pesar de las preocupaciones sobre los cambios que esta tecnología provocará, podemos prepararnos y ver a la IA como una vía para reimaginar nuestro futuro. Es un desafío que invita a la audacia, la adaptación y la evolución. A medida que Perú avanza en este viaje hacia la transformación digital, la adopción consciente y estratégica de la IA puede bien ser el catalizador que nos impulse hacia un futuro próspero y sostenible.
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