La Primera Conferencia sobre Estabilidad y Sostenibilidad Financiera fue convocada por la UP, junto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Centro de Investigación Empírica en Negocios (CIEN) de la Universidad Diego Portales (UDP) de Chile, durante 20 y 21 de enero, 2020.
Los riesgos para los sistemas financieros de América Latina, así como las herramientas económicas y regulatorias con que cuentan los países de esa región para enfrentarlos, entre otros temas de finanzas, fueron discutidos en la Primera Conferencia de Estabilidad y Sostenibilidad Financiera, que organizó exitosamente la Universidad del Pacífico (UP), en alianza con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Centro de Investigación Empírica en Negocios (CIEN) de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad Diego Portales (UDP) de Chile, los días 20 y 21 de enero de 2020 en la UP.
Desafíos de la regulación financiera: La perspectiva de América Latina se tituló el panel que formaron tanto funcionarios con experiencias en políticas públicas como con rigurosa formación académica: Iftekhar Hasan, jefe del área de negocios y finanzas internaciones de la Escuela de Negocios de Fordham University, quien también fue moderador; Andrew Powell, asesor principal del Departamento de Investigación del BID; Claudia Cooper, presidente de la Bolsa de Valores de Lima; y Javier Poggi, Superintendente Adjunto de Estudios Económicos de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS).
Los comentaristas coincidieron en que los peligros para Latinoamérica serían las relaciones geopolíticas y comerciales internacionales, la situación política y social en la región, los efectos del cambio climático, y la facilidad con que las nuevas tecnologías en las instituciones financieras pueden dejar diversas operaciones fuera del espectro de las entidades gubernamentales de regulación.
Las luchas entre las economías China y de EE.UU. repercuten en todos
El moderador Hasan, también editor de la revista especializada Journal of Financial Stability, reconoció que la región ha estado en una buena posición en los últimos diez años, pese a las crisis financieras globales que sacudieron a todas las economías del mundo. Sobre la base de ello, introdujo en el panel interrogantes acerca de los riesgos en Latinoamérica que eventualmente no hubieran sido advertidos por la comunidad financiera internacional.
Powell señaló que, en una lista de los diez mayores riesgos económicos para la economía mundial actual, el primer riesgo, sorprendentemente, es la política interna estadounidense, en especial, los comicios electorales de noviembre 2020. Estimó que no se está tomando en cuenta que EE.UU. se parece cada vez más a América Latina. “Será interesante ver si la economía estadounidense puede continuar su rumbo, como lo ha logrado el Perú, pese a los ruidos políticos”, afirmó Powell, al tiempo que dijo que el BID esperaba que este tipo de foros se realicen regularmente en Latinoamérica.
Añadió Powell que el estado de las relaciones comerciales entre China y EE.UU. es un segundo peligro, y también extremadamente importante para muchos de los países de la región. Además, se prevé que los motores del crecimiento económico mundial no serán ni EE.UU., China ni Europa, sino países que supuestamente no se iban a recuperar, como Brasil y México, en la región; además de Japón y Rusia. Sin ignorar el malestar social de América Latina, el latente y el que ya se expresó, es decir, en Chile y Ecuador. De ahí es que sostiene que el crecimiento económico global del 2020 es uno de los más inciertos.
El superintendente adjunto Poggi coincidió con el panel en que los riesgos para las economías de América Latina provienen de diferentes fuentes, con especial énfasis en las tensiones comerciales y geopolíticas, así como por los conflictos sociales de la región.
Aún se discute el modelo económico
Cooper, también ex ministra de Economía de Economía y Finanzas, opinó que América Latina, y especialmente el Perú, están equivocadamente “tomando por hecho” que seguirá el crecimiento económico que nuestro país ha estado experimentando en los últimos 20 años, a un ritmo incluso superior que el del resto del vecindario latino. “El crecimiento no vendrá de todos modos, la economía peruana está creciendo menos, pero se piensa que es inmune a la posibilidad de no crecer más”, resaltó Cooper.
Agregó que un problema en el Perú es que se sigue discutiendo acerca de la idoneidad de nuestro modelo de crecimiento, y que esa alta incertidumbre pone en riesgo las inversiones privada y pública. “Nosotros tenemos que trabajar por el crecimiento, y debatir el camino que queremos para crecer en el largo plazo, de manera que se reduzca la mayoría de incertidumbre para que se reanude el crecimiento en nuestro país”, aseveró Cooper. Añadió que “los mercados financieros dependen del crecimiento económico, y si este no sucede, probablemente los mercados financieros tendrán problemas”.
Por su lado, Poggi comentó que los bancos y las administradoras de los fondos previsionales no son actores tan populares, por lo que hay que preguntarse cuánto cambio puede traer las eventuales soluciones sociales y políticas, y si aquellas van a ser una amenaza para la estabilidad financiera o para el funcionamiento del sistema financiero en nuestros países.
La tecnología le está ganando a la regulación financiera
Cooper también sugirió que la alta regulación del sistema financiero de parte de la SBS se adapte al nuevo contexto internacional de un intercambio de fondos más intensivo, lo que es favorecido por la tecnología. Además, en paralelo está la tendencia de los agentes a invertir en las nuevas entidades financieras, que estarían fuera del ámbito regulatorio estatal (más abocada a las instituciones tradicionales). “Si regulas demasiado una parte del mercado financiero, y la otra no la regulas, en algún momento, no estará regulado parte del sistema económico”, remarcó Cooper.
Respecto a las sugerencias sobre regulación, Poggi respondió que las Fintech o las Starup pueden crear distorsiones en el mercado financiero mediante sus nuevas operaciones, además de que las instituciones financieras tradicionales también están apoyándose en terceros podrían escaparse de la regulación. “Este es un riesgo potencial para el mercado peruano”, alertó Poggi.
Powell, por su lado, acotó que cuando se desacelera la economía, los bancos suelen prestar menos y, por ejemplo, invertir en bonos de Gobiernos para, de esta forma, proteger sus niveles de capital: “si el crecimiento continúa bajo, podríamos ver que los bancos se tornen más rentables”. Empero, reconoció que los bancos latinoamericanos han sobrellevado bien las recientes crisis financieras, gracias a que no habían replicado a los bancos internacionales que alentaron ese fenómeno mundial. Le dio el crédito a la regulación: “tiene que ver con la cultura de supervisión, que a su vez depende de la práctica de la banca de la región de no hacer las cosas, al menos que estén autorizados para ello”.
Cooper también estuvo de acuerdo que la regulación financiera es buena y, a su entender, fue mejorada con la reforma de inicios de los años 90, y con una segunda etapa de reformas durante la crisis financiera de finales de esa década. Dijo que ellas han permitido que la banca peruana sea muy sólida. No obstante, estimó que el lado menos positivo es que los créditos bancarios pueden ser muy caros para muchas de las compañías peruanas.
Finalmente, Poggi advirtió que el cambio climático representa otro riesgo presente: “Los desastres naturales van a ser cada vez más frecuentes, más impredecibles, y pueden ser potencialmente muy dañinos para cualquier economía y, por lo tanto, para el sistema financiero". Para el caso el Perú, recordó que nuestro país está expuesto frecuentemente a los sismos y al Fenómeno del Niño, con diversas variaciones.
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