La hoja de ruta de la responsabilidad social universitaria

Los autores Matilde Schwalb, María Ángela Prialé y François Vallaeys elaboraron lineamientos prácticos que incluyen cinco etapas o hitos con el propósito de orientar a las universidades en el camino de la implementación de la Responsabilidad Social Universitaria (RSU).

Una vez comprendido que la responsabilidad social universitaria (RSU) es integral y transversal a la universidad, y que no consiste en contar solo con un área de proyección social, la pregunta es cómo pasar de la teoría a la práctica. Para absolver esta duda, los investigadores Matilde Schwalb, María Ángela Prialé y François Vallaeys elaboraron una «Hoja de Ruta de la RSU» en la publicación Guía de responsabilidad social universitaria.

Con estos lineamientos, los investigadores de la Universidad del Pacífico buscan orientar a las universidades públicas y privadas que han decidido implementar la RSU en su sistema de gestión, como parte de un proceso de cambio organizacional. Es un camino de transformación, cuyas pautas y pasos más importantes se explican en este gráfico.

Caminando en sincronía
Cada etapa de la «Hoja de Ruta de la RSU» tiene pasos específicos y se sostienen en los dos «pies» o pilares de la RSU. En ese sentido, la metáfora es clara: para caminar, hay que mover los dos pies de manera paralela. Por un lado, la vigilancia interna de los impactos negativos y positivos (pie izquierdo); y, por otro lado, promover los impactos sociales y ambientales en la zona de influencia de la universidad.

Es importante entender esta dinámica porque —según Schwalb, Prialé y Vallaeys— son pocas las instituciones que en la práctica avanzan de ese modo. «Es común encontrar que se privilegie uno de estos dos pilares. Es así que algunas universidades están más enfocadas en la mitigación de impactos negativos que en la innovación para la generación de valor social, mientras que en otras sucede lo contrario», destacan los investigadores en el texto.

Esto significa que la universidad no ha comprendido que forma parte del mismo problema que desea resolver para mejorar la sociedad. De modo que privilegiar un «pie» antes que otro puede ser contraproducente. Lo dicen los mismos autores de la guía: «en su afán de producir impactos positivos, podría generar impactos negativos». Es decir, lograr un objetivo a costa de un sacrificio, lo que es una incongruencia institucional.

Los investigadores Schwalb, Prialé y Vallaeys son enfáticos en señalar que la «Hoja de Ruta de la RSU» es un proceso de mejora permanente. Además, se espera que todo aprendizaje permee al resto de la sociedad a través de alianzas territoriales para el desarrollo. Para ello, se debe tener claro qué es la responsabilidad social universitaria, así como la importancia de las universidades como actores clave en la generación de bienestar social en su entorno.