Economía ambiental

Los efectos sobre la agricultura que arrastramos, por Angie Higuchi

08 febrero, 2024

Artículo de opinión de Angie Higuchi, investigadora del CIUP y profesora del departamento de Administración de la Universidad del Pacífico. Este texto fue escrito para el Espacio de Reflexión del boletín Punto de Equilibrio N°46.

Si bien actualmente estamos experimentando los diversos efectos del fenómeno El Niño, los cambios climatológicos acontecidos el año pasado causaron que en la costa norte y centro del país ocurrieran intensas lluvias debido a las altas temperaturas; mientras que en la sierra centro y sur, se sigue soportando fuertes sequías y friaje, destruyendo la productividad agrícola de gran parte de los sembrados.

El caso más visible del impacto económico a causa del cambio climático durante el 2023 fue la estrepitosa subida de precio del limón sutil. Las lluvias en el norte estuvieron presentes incluso hasta mayo, causando una floración pobre que se tradujo en una baja producción. Del mismo modo, la floración del mango también se vio seriamente afectada por el clima. Mientras que en campañas normales el mango florece aproximadamente en julio por la temperatura de 16 grados centígrados, el grado de calor por encima de 21 grados ha impedido este proceso. En términos productivos, según el ingeniero Renato Calle, profesor de la Universidad Sedes Sapientiae, la consecuencia más reciente es que solo tenemos cerca del 10% del rendimiento de mango respecto a la campaña anterior, excluyendo Casma.

Detrás de cadenas productivas para exportación como la del mango, existen muchas familias que dependen económicamente del sector. Actualmente, en las plantas congeladoras de Tambogrande, se trabaja Interdiario, pues no hay materia prima suficiente. Esto coincide con lo que mencionaron el presidente de la Cámara de Comercio de Piura, Javier Bereche, y el vicepresidente de Promango, Milton Calle Cueva. Si en la campaña anterior se exportaron 12,000 contenedores de aproximadamente 20 toneladas cada uno, en la presente campaña se proyecta exportar solo un tercio de esta cantidad. Esto supone que habría un aproximado de 80,000 jornales sin pagar a agricultores. Asimismo, más de 30,000 personas, entre cosecheros, operarios, empacadores y cargueros, se quedarán en el desempleo. Un panorama preocupante para la mano de obra que vive del mango, no solo para alimentarse, sino para educar a sus hijos y atender problemas de salud. La pérdida está estimada en 20,000 nuevos soles por hectárea aproximadamente.

Aunque este 2024, el clima resulta un poco más favorable para la campaña de mango y de otros productos, se debe de trabajar en medidas de recuperación y apoyo económico, sobre todo de nuestros pequeños agricultores. Es urgente que se pueda pensar en reprogramaciones de pagos con las instituciones financieras. De igual modo, es imprescindible que el gobierno central promueva un “reactiva agrícola” que llegue directamente al productor, con el fin de rescatar al sector e invertir en insumos para asegurar las próximas producciones. 

Asimismo, se podrían trabajar los créditos por prenda agrícola (en producto) a cada agricultor, siendo el pago en especies de productos prioritarios y especiales. Esto debe estar fiscalizado por la agroexportadora como agente retentor. En este sentido, parte de la cosecha podrá ser adquirida por el Estado y destinada a programas sociales como Qali Warma y comedores populares. Finalmente, es imprescindible que la extensión agrícola se trabaje mediante la capacitación de los pequeños agricultores, así como fomentar investigaciones que involucren, además del apartado agronómico, la debida comercialización de los cultivos agrícolas.

Continúa leyendo Punto de Equilibrio N° 46: Una crisis climática anunciada. Consulte aquí las ediciones pasadas del boletín Punto de Equilibrio.

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