Desarrollo y economías emergentes

¿Cómo afecta la incertidumbre a las economías emergentes? por Gonzalo Llosa

25 mayo, 2023

Artículo de opinión del investigador del CIUP, Gonzalo Llosa, para el Espacio de Reflexión del boletín Punto de Equilibrio N° 38.

Es un hecho que la mayoría de decisiones económicas son tomadas bajo incertidumbre. Por ejemplo, una firma invierte sin conocer perfectamente su productividad, ni el nivel de demanda, ni sus costos futuros. En esta situación, las expectativas sobre el futuro son determinantes. En el ejemplo anterior, si las expectativas son alentadoras, es muy probable que el proyecto de inversión se lleve a cabo; si no, no se ejecuta. Esta interdependencia entre las decisiones presentes y expectativas futuras ha permitido explicar diferentes fenómenos como los ciclos económicos, inflación, fluctuaciones en los precios de los activos financieros, crisis financieras, entre otros.

En las últimas décadas, a raíz de la Crisis Financiera Global del 2008, una parte de la literatura económica ha buscado entender qué sucede cuando los agentes económicos dudan sobre la precisión de sus expectativas o, dicho de otra manera, existe mayor incertidumbre. Los hallazgos empíricos para economías desarrolladas indican que aumentos en la incertidumbre (medida a través de diferentes métodos) son recesivos y generan desvalorizaciones de los activos financieros riesgosos. Diversas teorías han racionalizado estas observaciones, destacando dos canales: el real y el financiero. El canal real tiene que ver principalmente con los incentivos a posponer la inversión (u otra actividad que dependa de las expectativas futuras) hasta que la incertidumbre se reduzca. El canal financiero está más relacionado con la contracción del crédito debido a que la capacidad de pago de los agentes es más dudosa.

A la luz de lo anterior, vale pena preguntar cuáles han sido los efectos de las fluctuaciones de la incertidumbre en economías emergentes como el Perú. En una reciente investigación [1], Fernando Pérez, Vicente Tuesta y quien escribe, estimamos el impacto de las fluctuaciones (o choques) de incertidumbre sobre cinco economías emergentes (Brasil, Chile, Colombia, México y Perú) para el periodo 2003 al 2021. Nuestras estimaciones arrojan patrones comunes interesantes. En primer lugar, aumentos súbitos en el nivel de incertidumbre elevan los spreads de bonos soberanos emitidos en dólares (también conocido como riesgo país), lo cual incrementa la probabilidad de stress financiero. En segundo lugar, una mayor incertidumbre causa una contracción de la actividad económica, deprecia las monedas locales (versus el dólar) e induce menores tasas de interés de corto plazo en moneda local. Un punto crucial es que estos efectos son más profundos y persistentes cuando el aumento de la incertidumbre coincide con una situación de “stress” financiero.

En el caso particular del Perú se obtuvieron resultados que valen la pena destacar. Primero, los saltos en el nivel de incertidumbre más notorios están principalmente vinculados a eventos de origen externo: (i) Crisis Financiera Global del 2008, (ii) Crisis de Deuda Europea del 2011, (iii) Taper Tantrum del 2013, (iv) Crisis de precios de commodities del 2014 y (v) Crisis de la COVID-19. Este es una característica común que se presenta en la mayoría de países estudiados. Segundo, el Perú ha enfrentado un nivel incertidumbre promedio similar al de Chile y notoriamente menor al de Brasil, Colombia o México. Tercero, los efectos de la incertidumbre sobre la economía peruana son sorprendentemente menores a los observados para el resto de las economías en estudio.

Aunque el Perú se aprecia como uno de los países menos afectados por la incertidumbre, es importante señalar que característica parece haber cambiado en los últimos años. De hecho, los resultados de la investigación indican que nuestro país experimentó la menor reducción de incertidumbre en el 2021 frente al 2020, año en el que estalló la pandemia. Específicamente, mientras que los niveles de incertidumbre del resto de economías del estudio regresaron a niveles similares a los observados pre-COVID, en el Perú la incertidumbre se mantuvo en el 2020 y 2021 por encima de los niveles pre-COVID. Lo anterior sugiere que eventos idiosincráticos deterioraron la confianza que los agentes ponían sobre sus expectativas futuras. Es altamente plausible que dichos eventos hayan estado asociados con la elección de Pedro Castillo y los intentos de su gobierno por reformar la constitución. Mayor investigación sobre este punto es ciertamente necesaria.

En conclusión, las fluctuaciones de incertidumbre son fenómenos que están en todas partes y afectan el comportamiento de consumidores, empresarios, inversionistas y encargados de política económica. Por lo tanto, comprender el rol que juega la incertidumbre en la economía es una tarea valiosa. Los resultados presentados plantean interesantes líneas investigación hacia adelante. Resulta crucial explorar cómo la fortaleza macroeconómica e institucional contribuyen a reducir la incertidumbre y sus efectos. Asimismo, es esencial comprender los efectos diferenciados que existen entre las diferentes fuentes de incertidumbre (externa vs doméstica, real, financiera o política).

[1] Disponible en https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Documentos-de-Trabajo/2022/documento-de-trabajo-009-2022.pdf

Lea también Punto de Equilibrio N° 38: La economía decrece al primer trimestre de 2023. Consulte aquí las ediciones pasadas de Punto de Equilibrio.

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